Los del norte lo llaman Flank Steak, refiriéndose a que se encuentra en ambos flancos del animal, los Galos al no tener una palabra para describirlo lo traducen literalmente como Tuesfaim, que seria “tu as faim”, es decir “tu tienes hambre”.

La Real Academia Española lo define como “Capa de carne que se saca de entre el cuero y el costillar de vacunos y porcinos.” pero encontramos una definición mucho mas gustosa directamente escrita desde la generación del 37, por el mismo Estaban Echeverría en “Apología del Matambre”:
“El matambre nace pegado a ambos costillares del ganado vacuno y al cuero que le sirve de vestimenta; así es que, hembras, machos y aun capones tienen sus sendos matambres, cuyas calidades comibles varían según la edad y el sexo del animal: macho por consiguiente es todo matambre cualquiera que sea su origen, y en los costados del toro, vaca o novillo adquiere jugo y robustez.... Sábese sólo que la dureza del matambre de toro rechaza al más bien engastado y fornido diente, mientras que el de un joven novillo y sobre todo el de vaca, se deja mascar y comer por dientecitos de poca monta y aún por encías octogenarias.... Debe haberlos, y los hay, buenos y malos, grandes y chicos, flacos y gordos, duros y blandos; pero queda al arbitrio de cada cual escoger al que mejor apetece a su paladar, estómago o dentadura, dejando siempre a salvo el buen nombre de la especie matambruna, pues no es de recta ley que paguen justos por pecadores, ni que por una que otra indigestión que hayan causado los gordos, uno que otro sinsabor debido a los flacos, uno que otro aflojamiento de dientes ocasionado por los duros, se lance anatema sobre todos ellos.
Esta substancia pues, que nosotros los profanos llamamos jugo exquisito, sabor delicado, es la misma que con delicias paladeamos cuando cae por fortuna en nuestros dientes un pedazo de tierno y gordiflaco matambre: digo gordiflaco porque considero esencial este requisito para que sea más apetitoso;”
Curiosamente se denomino también así a una localidad perdida de Tinogasta, en Catamarca, Argentina.
En el mundo se conoce comúnmente la receta del matambre arroyado, pero ninguna le gana a la de 10 pasos Blanca Cotta (cotta, en italiano quiere decir cocido, descubrimiento que hicimos en la mismísima Roma cuando pedimos Pana Cotta y nos trajeron crema cocida.).
También esta el matambre a la pizza, que consiste en hacer el matambre al horno con ingredientes para pizza, tan simple como eso.

Yendo ahora si a lo que mas nos interesa, el matambre a la parrilla no tiene mucho secreto, al ser un corte fino y de muchísimo sabor, se suele servir al comienzo, inmediatamente después de las achuras o con ellas.

Aprovechando que tiene un lado cuberito por grasa, es este el lado por el cual debemos asarlo en mayor medida, para después dar vuelta en busca de un cerramiento de la carne, nada más. Es muy común y lo recomiendo, sobre todo con el de cerdo, macerarlo abundantemente con limón.
Como es un corte extenso que ocupa mucho espacio en la parrilla, pero finito, también se suele asar plegándolo sobre si mismo. Martiniano Molina recomienda doblarlo con el lado de la grasa para adentro para lograr grasa crocante pero yo disiento en este punto, quedara a elección del lector y después me contaran. Hay muchas recetas para tiernizar el matambre entre ellas dejarlo reposar en leche por dos horas antes de su cocción, la realidad del asado criollo es otra, de la Vaca a la parrilla sin tanta cosa.

Nos estamos viendo en el próximo asado.