domingo, 11 de enero de 2009

John Miers - Descripción del asado 1820

Leyendo por ahí encontré a un tal John Miers, un narrador ingles, ingeniero minero que viajo por Argentina y Chile en 1818 y escribió algunos libros sobre la tradición gauchesca de nuestro país. De entre sus escritos, quería compartir con esta comunidad amante del asado los siguientes párrafos que merecen ser leídos:


... Nos vimos obligados a enviar a dos leguas de distancia para conseguir una oveja y la leña para cocinarla. Se despacharon dos muchachos a caballo; uno volvió con la oveja, viva, cruzada sobre el caballo por delante; el otro trajo la leña sobre un cuero, tirándolo a manera de trineo, sujeto a la cincha con un lazo.

Nuestros peones desenvainaron sus largos cuchillos, y uno de ellos de un solo golpe separó, casi por completo, la cabeza de la oveja. Luego la colgó por las patas del techo de la cocina, le sacó el cuero, y la cortó en pedazos, en un espacio de tiempo increíblemente corto, y la puso a asar delante del fuego, antes, podría decirse, de que la vida se hubiera extinguido por completo.

Se eligieron las partes más carnosas sin ninguna preocupación por la forma de los trozos; uno de éstos fue espetado en un hierro usado para marcar la hacienda; se lo clavó por su extremo agudo en el suelo, oblicuamente sobre el fuego, de manera que la carne quedaba, así, expuesta a las llamas de la leña encendida; volvían el asador de tanto en tanto y de este modo todas las partes del trozo quedaron sucesivamente expuestas al calor.

Es uno de los procedimientos favoritos de cocinar, y se llama asado; de cualquier modo es muy bueno porque la rapidez de la operación evita la pérdida del jugo que queda dentro de la carne. No retiran el espetón del fuego, y a medida que se va asando cada uno corta tajadas o bocados bastante grandes, directamente del trozo; comodidades corno son mesas, sillas, tenedores, etc., les son desconocidas.

Se ponen en cuclillas alrededor del fuego, cada uno desenvaina el cuchillo que invariablemente lleva encima día y noche, y se sirve a su gusto sin añadirle pan, sal o pimienta. Hicimos una excelente comida con el asado ...

5 comentarios:

Francisco Laborda dijo...

Me mata la parte en donde dice: "tajadas o bocados bastante grandes, directamente del trozo; comodidades corno son mesas, sillas, tenedores, etc., les son desconocidas."

Anónimo dijo...

Muy bueno.

Boanerges dijo...

Va como mejor post del año y eso que es enero. Excelente descripción!!! Qué rico corderito que se mandó el británico!!!

el Profe dijo...

Sobre nuestros gauchos y sus costumbres, hay un pasaje del Facundo de Sarmiento que describe muy bien los tipos de gaucho, y su particular urgencia por la carne; específicamente la lengua, que consideraba el mayor manjar:

Hay un último tipo de gaucho, llámanle el Gaucho Malo, sin que este epíteto lo desfavorezca del todo. La justicia lo persigue desde muchos años; su nombre es temido. Es un personaje misterioso: mora en la pampa, con su albergue los cardales, vive de perdices y mulitas; si alguna vez quiere regalarse con una lengua, enlaza una vaca, la voltea solo, la mata, saca su bocado predilecto y abandona lo demás a las aves mortecinas.

Boanerges dijo...

Para mi le dicen "gaucho malo" porque deja todo el resto de la vaca.

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