No es que me interese escribir sobre política (menos en este querido blog) pero sucede que en esta ocasión la política, el cerdo y el sexo se conjugan para beneficiar nuestra salud.
Según varios diarios nuestra querida presidenta ha dicho que la ingesta de cerdo tendría aparentemente poderes afrodisíacos:
"Me acabo de enterar de un dato que yo desconocía y que es que la ingesta de cerdo mejora la actividad sexual. No es un dato menor. Además es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra"
Luego, agrega su experiencia personal:
"Kirchner me mata cuando llegue a Olivos (residencia presidencial). El anterior fin de semana, cuando estuvimos en El Calafate, nos comimos un cerdito a la parrilla riquísimo, al aire libre. No sólo me comí la carne, sino también el cuerito crocante.
Ante esto -y luego de la experiencia de Pitty alvarez con el Viagra- debo decir que apoyo estos afortunados dichos presidenciales aduciendo que la opción de un buen carré, costillita o bondiola son lo mejor para potenciar el rendimiento propio y del país también porqué no.