Bueno, asado, lo que se dice ASADO, no fue, pero...

Tras algunas dificultades en su organización, y los estrambóticos experimentos del Sr. Molina en su interior, la banda logró reunirse, incluso cuando muchos, como nuestro conductor, tenían pocas horas de sueño y bastante alcohol sin eliminar del organismo. Mucha actitud. La expedición a Chascomús estuvo mucho más que justificada por una excelente choripaneada, una cantidad implacable de lomitos y un largo etcétera de cosas dulces, además de la onda del compañero Chavi, agasajado en cuestión, y de sus amigos y familiares.

Ahora, digámoslo de una vez... el campo increíble, el tiempo excelente, y la onda la mejor, pero... asado, lo que se dice asado, no fue. Aclaramos esto no en menoscabo de Chavi y mucho menos de su Usía, que estuvo al pie del cañón todo el día y nos ametralló con excelentes lomitos, sino para que conste que la deuda permanece pendiente...